Como dijo el amigo Humphrey Bogart "siempre nos quedará París". Y con ese recuerdo nos quedaremos porque una vez más el Barça se ha quedado en octavos defendiendo el título. Y otro que se ha quedado con un palmo de narices defiendendo el liderato ha sido Piau, cuyo momento de gloria ha sido recortado a tan sólo tres días. Piau "el breve" ha visto como se cabreó la luna tras su eclipse del sábado (qué gran juego de palabras) y ha vuelto a alzarse como líder, amo y señor de la porra, iluminando con su luz un cielo teñido de sangre vermellona producto de la herida producida por los de Benítez y por el tropiezo de cuatro participantes de la porra que no votaron y prácticamente han echado por tierra sus pingües opciones de llegar al final de temporada con alguna esperanza.Mucho se ha perdido en este "bloody tuesday", pero como dijo mi padre anoche (persona que nada tiene que ver con Bogart) "siempre nos quedará el Madrid". Otra puntuación doble. Otra oportunidad. Y, ¡qué caray! ¿Qué mejor para superar el mal trago que meterle una paliza al eterno rival?
Nueva oportunidad para Piau. Nueva oportunidad de acercarse al líder para sus cinco perseguidores. Y oportunidad de oro para que los no-repescaus se reivindiquen ante la parroquia. Vamos a dejar los culos de los mandriles bien rojitos!!!!
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